Flacidez corporal: como combatirla
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5 causas principales que provocan la flacidez corporal
La flacidez corporal es una preocupación estética que se ha convertido en una de las principales inquietudes de nuestros pacientes, especialmente con el paso de los años. La flacidez corporal se refiere a la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel y los tejidos subyacentes. Esta condición suele manifestarse en áreas como el abdomen, brazos, muslos, glúteos… y puede ser el resultado de varios factores. Aunque la flacidez no es perjudicial para la salud, puede afectar la autoestima y la percepción personal.
Existen diferentes factores que propician la aparición de la flacidez corporal, entre ellos destacamos:
1. Envejecimiento: el envejecimiento es uno de los principales culpables de la flacidez. Con el tiempo, la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para mantener la piel firme y elástica, disminuye. Esta reducción provoca que la piel pierda su capacidad de recuperación y se vuelva más propensa a la flacidez.
2. Pérdida de peso rápida: la perdida de una cantidad significativa de peso en un corto periodo de tiempo puede dejar la piel sin margen suficiente para adaptarse a la nueva forma corporal. Esto se traduce en exceso de piel y flacidez, especialmente en áreas como el abdomen y los brazos.
3. Factores genéticos: la genética también juega un papel importante en la aparición de la flacidez. Algunas personas son más propensas a desarrollar flacidez debido a su genética, independientemente de otros factores.
4. Estilo de vida sedentario: una vida sedentaria con falta de actividad física puede contribuir a la flacidez corporal. Los músculos subyacentes que sostienen la piel pierden tono y definición, lo que puede llevar a una apariencia flácida.
5. Exposición solar: la exposición excesiva al sol daña las fibras de colágeno y elastina en la piel, acelerando el proceso de envejecimiento y contribuyendo a la flacidez.
Tratamientos
Afortunadamente, existen diversos tratamientos que pueden ayudar a mejorar la apariencia de la flacidez corporal, permitiendo a la persona recuperar la confianza en su apariencia física. Estos tratamientos van desde opciones no invasivas, hasta procedimientos médicos más avanzados, como la radiofrecuencia, medicina y cirugía estética. Con la asesoría adecuada de profesionales especializados en la salud, es posible encontrar la solución más adecuada para cada caso y lograr resultados satisfactorios.
Una buena dieta rica en proteínas, vitaminas y antioxidantes es fundamental para mantener la piel saludable y evitar la flacidez. Alimentos como el pescado, los frutos secos, las frutas y las verduras pueden contribuir a una piel más firme y elástica. El ejercicio, por otro lado, también es fundamental para mantener la piel y los músculos firmes. Actividades como el entrenamiento de fuerza, el yoga y el pilates ayudan a tonificar los músculos y mejorar la elasticidad de la piel.
Tratamientos estéticos
Hay una variedad de tratamientos estéticos disponibles para abordar la flacidez corporal, incluyendo:
- Hilos de polidioxanona (PDO): este revolucionario método consiste en un material reabsorbible, no alergénico y no inmunogénico. Es una técnica de lifting no quirúrgico que se realiza insertando los hilos en la dermis, sin necesidad de suturas, conos, espículas ni anclajes. Estos hilos generan un efecto lifting biológico mediante la reacción fibroblástica y la autoinducción de colágeno. Son indicados tanto para la zona facial y el cuello, como para definir el contorno corporal en el abdomen, muslos, brazos, glúteos y manos, logrando la redefinición de tejidos, la eliminación de la flacidez y la mejora de la celulitis.
- Radiofrecuencia: este procedimiento utiliza ondas de radiofrecuencia para calentar las capas profundas de la piel, lo que provoca la contracción de las fibras de colágeno existentes y estimula la producción de nuevas fibras de colágeno y elastina. Como resultado, la piel se vuelve más firme, tersa y rejuvenecida. Es adecuado para diversas áreas del cuerpo, incluyendo el abdomen, muslos, brazos, cuello y rostro.
- Ultrasonido: emplea ondas ultrasónicas de alta frecuencia que penetran en las capas profundas de la piel, generando calor controlado. Dicho calor provoca la contracción de las fibras de colágeno y elastina, y estimula la producción de nuevo colágeno, lo que resulta en una piel más firme y rejuvenecida.
- Mesoterapia: consiste en la aplicación de microinyecciones de soluciones nutritivas y revitalizantes directamente en la dermis. Las soluciones inyectadas suelen contener una combinación de vitaminas, minerales, aminoácidos y otros compuestos activos que estimulan la producción de colágeno y elastina, mejorando así la firmeza y elasticidad de la piel. Este proceso es mínimamente invasivo y no solo mejora la flacidez, también puede ayudar a eliminar pequeñas acumulaciones de grasa y mejorar la apariencia de la celulitis.
La flacidez corporal es una preocupación común que afecta a muchas personas, pero con los tratamientos adecuados y un estilo de vida saludable, es posible mejorar significativamente su apariencia. Incorporar ejercicio regular, como el entrenamiento de fuerza y el cardio, puede tonificar los músculos y reducir la flacidez. Además, los tratamientos estéticos, como la radiofrecuencia y la mesoterapia, pueden ayudar a estimular la producción de colágeno y elastina en la piel. Una alimentación balanceada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, es fundamental para mantener la piel firme y saludable. Finalmente, adoptar hábitos saludables como mantener una buena hidratación, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol también puede marcar una gran diferencia en la apariencia de la piel.



